EL COMIENZO DE UNA LUCHA.

  LA HISTORIA DEL 1º DE MAYO comienza en una convención de la Federación de Trabajadores de Estados Unidos y Canadá. 

  La federación llamó a luchar por la jornada laboral de 8 horas, para sustituir la de 10, 12 y hasta 16 horas en vigor. 

  Finalmente declaró que la jornada de 8 horas entraría a efecto el 1 de Mayo de 1886.

 

  Ese día el líder sindical Albert Parsons dirigió una manifestación de 80.000 trabajadores, solicitando la reducción del horario laboral de 8 horas. 

  Los días siguientes se unieron a esta demanda 350.00 trabajadores de todo el país. 

  La unión de los trabajadores causó alarma entre los patronos, pues vieron el inicio de una "revolución".

 

  El 3 de Mayo del mismo año, August Spies habló ante 6.000 trabajadores.  Los huelguistas se dirigieron después a manifestarse frente a la fábrica de maquinaria agrícola McCormik.  Pronto llegó una compañía de policías que, sin previo aviso, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.

 

 

LA MASACRE DE HAYMARKET 

 

  El día 4 los anarquistas convocaron una reunión en Haymarket, para protestar por la brutal acción policial del día anterior. 

  Mientras la policía pedía que se dispersara la reunión, alguien lanzó una bomba que estalló y mato a un policía.  Los policías cargaron salvajemente sobre la multitud.

  El balance dejó un total de 38 obreros muertos y 115 heridos.  Otros 6 policías alcanzados por la bomba murieron en el hospital.

  Esa misma noche, Chicago fue puesto en estado de sitio, se estableció el toque de queda y la tropa ocupó militarmente los barrios obreros.

 

 

LOS MÁRTIRES DE CHICAGO

 

  El 21 de junio los líderes obreros Parsons, Spies, Fielden, Schwab, Fischer, Lingg, Engle y Nebee, fueron condenados.  El proceso había estremecido a Norteamérica y la injusta condena conmovió al mundo.

  Cuando Spies, Fischer y Engel fueron colgados, la indignación no pudo contenerse, y hubo manifestaciones en las principales ciudades del mundo.

 

 

  De allí empezó a celebrarse cada 1º de mayo el "Día Internacional de los Trabajadores", conmemorando exactamente el inicio de la huelga por las 8 horas y no su aberrante epílogo.

  Pero fue el sacrificio de los héroes de Chicago el que grabó a fuego en la conciencia obrera aquella fecha inolvidable.